Llegó el día menos esperado por nosotros, ya llegó la hora, tu hora Titan.
El día que parecía que nunca llegaría, el día que pasas de ídolo a leyenda, de ídolo a mito.
Luego de hacer más de 2400 kilómetros solo para verte jugar tu último clásico y tu último partido en la Bombonera sin que ya nada más importara que poder estar en ESE momento...
El momento que colgaras los botines y poder darte las gracias coreando junto con una Bombonera repleta el ya tan famoso y mítico
"Paleermo, Paleermo",
Todo comenzó un 3 de septiembre de 1997 en un partido enfrentando al Cruzeiro por la Supercopa. Sin embargo, el gol se hizo esperar.
Pasaron 27 días para tener tu primera victima, el arquero en ese entonces de Independiente, Faryd Mondragón.
Luego de tu primer encuentro con
tu amigo el gol, vinieron muchos más. Equipos de todo el país y de todo el mundo fueron victimas de tus goles.
Pero desgraciadamente tu vida no fue solo momentos de alegría.
Un 13 de Noviembre, enfrentando a Colón tuviste una dura lesión en la rodilla. Temíamos lo peor, sin embargo, ni los ligamentos rotos impidieron tu gol tan esperado gol número 100...
Y Sí, volviste... volviste justo contra tu eterno rival, contra tu eterno hijo... volviste luego de que en la previa del partido, el padrino de tu tan merecido apodo:
"El Optimista del Gol" te aseguró que ibas a estar en el banco y a pesar de las gastadas del DT Rival con su ahora famosa frase: "Si ellos lo ponen a Palermo en el banco, yo lo pongo al Enzo..."
Demostraste que volviste, demostraste que las palabras muchas veces están de más, les callaste la boca de la mejor forma que te sale, con tu amigo, el Gol.
Más tarde te nos fuiste unos años a Europa donde otra vez te acompañó la mala suerte, donde en un festejo se te cayera la pared sobre tus pies y estuvieras tanto tiempo sin jugar, sin embargo volviste, y volviste como si nada hubiera sucedido...
Pero ibas a volver, pese a todos los nombres que surgían como posible refuerzo Xeneise, tu vuelta pesaba más. Muchos pensaban "ya esta de vuelta" o dudaban "¿Será el mismo Martín que se fue?" y sí, otra vez... les cerraste la boca.
Más allá de los goles convertidos y de los títulos conseguidos siempre diste lo mejor de vos. La peleaste siempre. Tal como uno de tus sobrenombres lo indica, como un verdadero Titan.
Ahora, mucha gente me pregunta "¿Lloraste?" Y Sí...
Como no llorar si tantas veces me hiciste llorar de alegría, si tantas veces me hiciste muy feliz.
Voy a estar
Eternamente Agradecido y te voy a
Extrañar una Eternidad, pero no te preocupes que
Olvidarte Jamás.
Como olvidarte si con tan solo 8 años de vida ya gritaba tus goles...
Como olvidarte si hasta lograste que un montón de chicos quisieran imitarte en todo, inclusive hasta en tu peinado...
Como olvidarte si le hiciste doblete hasta al Real, golazos que los grite con lagrimas en los ojos y saltando en la cama de mis viejos...
Como olvidarte si ya desde chiquito, lucía una remera de fabricación casera con tu cara y salía orgulloso mostrándola por la calle, no era muy linda la verdad... pero nada me importaba, era tuya...
Como olvidarte si fuiste el único que me dio la certeza de que siempre tomabas revancha cuando errabas un penal...
Como olvidarte si solo vos lograste que después de equivocarte en la cancha, en vez de recibir murmullos o silbidos lograras una ovación, como si de un gol se tratara...
Como olvidarte si en momentos desesperados hiciste que toda tu gente gritara "Echaselo a Martín"...
Como olvidarte si toda la argentina puso todas sus esperanzas en clasificar al mundial, y vos sobre la hora no los defraudaste...
Como olvidarte si siempre demostraste amar los colores, siempre pusiste lo mejor de vos...
Y ahora te vas, es el día que no queríamos que llegara nunca. Pero como todo en la vida, alguna vez llega.
Ahora dejas la número 9, pero tengo la certeza que como siempre, vas a volver. Ya no será como jugador, seguramente volverás como entrenador. Y ahí estaremos nosotros, aguantándote, alabándote y principalmente amándote pase lo que pase.
Las palabras no me alcanzan para agradecerte todo lo que nos diste, voy a estar Agradecido toda la vida.
Simplemente, Gracias Martín!
